ejercicios interactivos
testeando: juego de trivial
presentaciones con powtoon
MIra los siguientes tutoriales (hay dos partes del video) para aprender a hacer presentaciones animadas con PowToon:
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presentaciones con moovly
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ejercicio de refuerzo
El film "Vatel" del año 2000, tuvo una producción belga, francesa y británica; con guión de Jeanne Labrune y Tom Stoppard; con música de Ennio Morricone, y producida y dirigida por Roland Joffé (Londres, 1945). Un drama bajo el signo de la fastuosa dramaturgia delBarroco en la aristocracia y la corte francesas.
Cine europeo con elementos de historia y arte
El cine francés (o europeo) demuestra con este film que puede unir comercialidad con una reconstrucción histórica adecuada y una presentación de la cultura propia (y europea), de una manera admirable. Un film que tiene semejanzas con El perro del Hortelano (1995) de Pilar Miró (1940-1997), dentro del cine español.
"Vatel" es el resultado notable de recursos cinematográficos como el diseño de producción, vestuario, presupuesto, actores internacionales (Uma Thurman, Tim Roth, han trabajado para Tarantino, entre otros), como el modo de plasmar rigurosamente una época y unas costumbres, o bien de forma material o moralmente.
"Vatel", una película divulgativa
La película es un ejemplo de la estética del siglo XVII: la retórica, el fasto, la teatralidad, la vistosidad ampulosa del barroco que enmascara una sociedad totalmente jerarquizada y mediatizada por los privilegios del Antiguo Régimen. A su vez, ilustra al espectador sobre la vida, la sociedad y la política durante el siglo XVII en Francia.
Es un film muy divulgativo para imaginar cómo podría haber sido un acontecimiento lúdico en la sociedad de aquella época; como resumen de muchas de las costumbres retóricas (de estudiado decoro escenográfico) de un período histórico que substituye a Dios por el “Rey Sol” -Luis XIV (1638-1715)-, como centro de todo el universo.
Argumento fílmico en favor de una estética barroca lúdica y fastuosa
La película presenta a François Vatel (Gérard Depardieu) como un “maestro de ceremonias” del Príncipe de Condé. Mediante la puesta a punto de banquetes, ceremonias de recibimiento, espectáculos o escenografías, prepara la visita del rey Luis XIV y su corte versallesca a las posesiones del arruinado noble, Príncipe de Condé, el cual opta por los favores y privilegios del rey de Francia, para cubrir la futura guerra europea contra los holandeses, y recuperar su privilegiado estatus social y económico.
Vatel, como un buen estratega de la estética ceremonial, hace ganar a su Príncipe esta condición favorable, mediante el arte de la puesta en escena barroca, lúdica y estética, llevada a cabo en su castillo de Chantilly. En virtud de la sugestión por el gusto y el empaque formal, considerando la estética del gusto prioritaria y protagonista, hará prevalecer su condición de trabajador creativo y retórico, sobre asuntos económicos y políticos.
El juego de las apariencias y la decadencia moral de la clase aristocrática
En efecto, en la época en que se ambienta la película, todo parecía ser consecuencia de la apariencia. Importaba más lo efímero que lo perecedero y las cosas parecían enfocadas al engaño y al riesgo veleidoso de lo aparente. Unas constantes que se agravarán durante el XVIII francés. En el resto de Europa también se jugará con el efecto engañoso y dramatúrgico, pero no tan frívolamente como lo que refleja este film sobre la aristocracia francesa, el “Rey Sol” y sus cortesanos.
Las consecuencias de esta cultura de las apariencias las sufrirán los trabajadores a su servicio, y los que se enfrentaban a ella con su entereza humana y moral, como Vatel o su amante Anne de Montausier (Uma Thurman).
Un ejemplo de ello de la decadencia de valores o abuso de poderes, se realiza a través del juego de naipes, en el cual se apuesta lo más importante para el ser humano: su dignidad. La calidad laboral de Vatel -pretendida por el rey, sorprendido por su excelente y fantástica demostración de estética ceremonial- estará en manos de sus señores; su futuro en un azar de cartas. Puro juego de apariencias y de escasos escrúpulos que dentro de la superficialidad puede devenir en un juego de tragedias, con suerte similar a las que narran los géneros del “cine negro” y “western” mediante el juego del póker.
La esclavitud del los no privilegiados por la jerarquía institucional y social
La película muestra la “esclavitud” que ejercían las hegemonías de los privilegiados, ya fueran aristócratas o monárquicas, sobre las clases sociales sin privilegios. Vatel luchará por una dignidad humana y por una perfección laboral frente a la prostitución al servicio de una sociedad rígida. No existirá escapatoria o huida ante la decisión de unos amos sobre las vidas de sus súbditos.
Podrías pagar con tu vida tu mala cuna, como ocurre con la suerte del trabajador que muere manipulando las poleas de los mecanos escenográficos. Aunque la historia real nos dice que Vatel se suicidó por un excesivo celo en su trabajo de exactitud y decoro; pero posiblemente fuese por no poder soportar la presión del statu quo.
Un film artístico sobre la estética barroca, y el valor humano del trabajo artesano-creativo
Los aspectos más relevantes son los festejos de una recepción de la corte real de Versalles. Así también, los banquetes culinarios, cacerías, espectáculos de música, danza, fuegos artificiales, juegos ópticos, el colorido y el exotismo en todos y cada uno de los preparativos que buscaban la sorpresa para la diversión. El juego estético, lúdico y sensorial que divertía al poder -caprichoso, extravagante y superficial-, bajo decadencia moral.
Destaca en la película, además, la lucha de clases entre privilegiados y no privilegiados; la confrontación entre la libertad creativa y el compromiso artesanal con la perfección, frente al dogmatismo cultural y el poder institucional.
Cine europeo con elementos de historia y arte
El cine francés (o europeo) demuestra con este film que puede unir comercialidad con una reconstrucción histórica adecuada y una presentación de la cultura propia (y europea), de una manera admirable. Un film que tiene semejanzas con El perro del Hortelano (1995) de Pilar Miró (1940-1997), dentro del cine español.
"Vatel" es el resultado notable de recursos cinematográficos como el diseño de producción, vestuario, presupuesto, actores internacionales (Uma Thurman, Tim Roth, han trabajado para Tarantino, entre otros), como el modo de plasmar rigurosamente una época y unas costumbres, o bien de forma material o moralmente.
"Vatel", una película divulgativa
La película es un ejemplo de la estética del siglo XVII: la retórica, el fasto, la teatralidad, la vistosidad ampulosa del barroco que enmascara una sociedad totalmente jerarquizada y mediatizada por los privilegios del Antiguo Régimen. A su vez, ilustra al espectador sobre la vida, la sociedad y la política durante el siglo XVII en Francia.
Es un film muy divulgativo para imaginar cómo podría haber sido un acontecimiento lúdico en la sociedad de aquella época; como resumen de muchas de las costumbres retóricas (de estudiado decoro escenográfico) de un período histórico que substituye a Dios por el “Rey Sol” -Luis XIV (1638-1715)-, como centro de todo el universo.
Argumento fílmico en favor de una estética barroca lúdica y fastuosa
La película presenta a François Vatel (Gérard Depardieu) como un “maestro de ceremonias” del Príncipe de Condé. Mediante la puesta a punto de banquetes, ceremonias de recibimiento, espectáculos o escenografías, prepara la visita del rey Luis XIV y su corte versallesca a las posesiones del arruinado noble, Príncipe de Condé, el cual opta por los favores y privilegios del rey de Francia, para cubrir la futura guerra europea contra los holandeses, y recuperar su privilegiado estatus social y económico.
Vatel, como un buen estratega de la estética ceremonial, hace ganar a su Príncipe esta condición favorable, mediante el arte de la puesta en escena barroca, lúdica y estética, llevada a cabo en su castillo de Chantilly. En virtud de la sugestión por el gusto y el empaque formal, considerando la estética del gusto prioritaria y protagonista, hará prevalecer su condición de trabajador creativo y retórico, sobre asuntos económicos y políticos.
El juego de las apariencias y la decadencia moral de la clase aristocrática
En efecto, en la época en que se ambienta la película, todo parecía ser consecuencia de la apariencia. Importaba más lo efímero que lo perecedero y las cosas parecían enfocadas al engaño y al riesgo veleidoso de lo aparente. Unas constantes que se agravarán durante el XVIII francés. En el resto de Europa también se jugará con el efecto engañoso y dramatúrgico, pero no tan frívolamente como lo que refleja este film sobre la aristocracia francesa, el “Rey Sol” y sus cortesanos.
Las consecuencias de esta cultura de las apariencias las sufrirán los trabajadores a su servicio, y los que se enfrentaban a ella con su entereza humana y moral, como Vatel o su amante Anne de Montausier (Uma Thurman).
Un ejemplo de ello de la decadencia de valores o abuso de poderes, se realiza a través del juego de naipes, en el cual se apuesta lo más importante para el ser humano: su dignidad. La calidad laboral de Vatel -pretendida por el rey, sorprendido por su excelente y fantástica demostración de estética ceremonial- estará en manos de sus señores; su futuro en un azar de cartas. Puro juego de apariencias y de escasos escrúpulos que dentro de la superficialidad puede devenir en un juego de tragedias, con suerte similar a las que narran los géneros del “cine negro” y “western” mediante el juego del póker.
La esclavitud del los no privilegiados por la jerarquía institucional y social
La película muestra la “esclavitud” que ejercían las hegemonías de los privilegiados, ya fueran aristócratas o monárquicas, sobre las clases sociales sin privilegios. Vatel luchará por una dignidad humana y por una perfección laboral frente a la prostitución al servicio de una sociedad rígida. No existirá escapatoria o huida ante la decisión de unos amos sobre las vidas de sus súbditos.
Podrías pagar con tu vida tu mala cuna, como ocurre con la suerte del trabajador que muere manipulando las poleas de los mecanos escenográficos. Aunque la historia real nos dice que Vatel se suicidó por un excesivo celo en su trabajo de exactitud y decoro; pero posiblemente fuese por no poder soportar la presión del statu quo.
Un film artístico sobre la estética barroca, y el valor humano del trabajo artesano-creativo
Los aspectos más relevantes son los festejos de una recepción de la corte real de Versalles. Así también, los banquetes culinarios, cacerías, espectáculos de música, danza, fuegos artificiales, juegos ópticos, el colorido y el exotismo en todos y cada uno de los preparativos que buscaban la sorpresa para la diversión. El juego estético, lúdico y sensorial que divertía al poder -caprichoso, extravagante y superficial-, bajo decadencia moral.
Destaca en la película, además, la lucha de clases entre privilegiados y no privilegiados; la confrontación entre la libertad creativa y el compromiso artesanal con la perfección, frente al dogmatismo cultural y el poder institucional.